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Ya llega la Navidad con sus hallacas y bollitos, sus gaitas y aguinaldos y toda esa tradición impresa en nuestro ADN de Venezolanos.
Es tiempo de levantar nuestro Espíritu pisoteado por la bota del despotismo, de buscar dentro esa capacidad maravillosa que tenemos los seres humanos de conseguir alegria en las circunstancias mas insólitas, tristes o devastadoras.
Nunca podré olvidar un documental polaco sobre los fotógrafos de guerra, durante la terrible guerra de Bosnia-Herzegovina. La toma muestra a una familia cantando cumpleaños feliz a un niño ante una torta con velitas, mientras caían las bombas en el vecindario. Lo que más me impactó y asombró fue percatarme del hecho de que en ese instante esa familia estaba feliz . Reían Y celebraban el cumpleaños de su pequeño.
Estos humildes servidores esperan que saquemos nuestra mejor cara a relucir en esta Navidad, pero eso sí, con el alma aguerrida y dispuesta a defender lo que nos pertenece, nuestra dignidad, nuestro derechos y nuestra LIBERTAD.
A estas alturas ya sabemos que el régimen viene con toda su fuerza bruta contra nuestros sueños, deseos de paz y progreso, Pretende arrancarlos de tajo , porque el tiempo está en su contra.
Nosotros contamos con esa maravillosa resistencia del junco que se dobla pero siempre sigue en pie.
A más represión, más resistencia pacífica.

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